El hotel es lujoso y muy confortable. No es económico, pero para una escapada de fin de semana está muy bien. Aunque el desayuno no está incluido, y es algo caro, la comida es excelente.

Habitación amplia abuhardillada con baño con ducha y bañera hidromasaje independientes.

Trato muy amable.Habitaciones grandes y comfortables.Buena decoración.Flexibilidad para cambiar las habitaciones a petición nuestra.Trato directo y muy complaciente!

Desayunos caros, entra luz por la mañana

Elegimos este hotel por la relativa proximidad con el Parque de flores Keukenhof, en el momento pico de su concurrencia y cuando la demanda de hotelería en la zona era muy grande. Nos resultó funcional en ese aspecto por tres noches. También buscamos que tuviera confort, restaurante de calidad, estacionamiento y parque. Todo eso se cumplió. Destacamos la cordialidad profesional del personal. Desayunos servidos a la mesa, muy finos, de gran calidad. Funciona en una antigua residencia particular de pocas habitaciones. Con historia por haber recibido algunas personalidades famosas. El restaurante muy bueno, con cocina gourmet de buen nivel. El jardín, muy acogedor.

El desgaste de la habitación que nos tocó, en donde se notaba mucho la falta de mantenimiento de pintura de paredes, lustre de muebles, de pisos y elementos varios, aunque la limpieza era muy buena. Da la impresión que se ha puesto más énfasis en el servicio de restaurante y salón de fiestas que en la actualización de las habitaciones y en la parte de hotelería y sus espacios comunes. Creo que la relación precio calidad del restaurante es buena, no así la de la hotelería.